El TDAH puede afectar tus habilidades de funcionamiento ejecutivo, como la planificación, la priorización, la gestión del tiempo y la organización. Esto puede provocar que olvides tareas, caigas en la procrastinación y pierdas la concentración al estudiar. Puede resultar abrumador y agotador tratar de compaginar todas las tareas y exámenes.
Sin embargo, hay esperanza para que los estudiantes universitarios superen estos obstáculos y tengan éxito en la universidad. Requiere un poco de esfuerzo adicional y encontrar lo que mejor se adapte a tus necesidades. A continuación, te compartimos cinco consejos que recomendamos a estudiantes universitarios con TDAH:
ENCUENTRA UN SISTEMA DE PLANIFICACIÓN QUE REALMENTE VAYAS A USAR.
Los planificadores son una excelente herramienta para llevar un registro de todo lo que tienes que hacer en la universidad… y es mucho. Usar un planificador puede ayudarte a saber qué necesitas hacer cuando te sientas a hacer la tarea.
“He intentado usar un planificador, pero nunca lo toco.”
"Mi plataforma virtual me indica qué tareas debo entregar."
“Simplemente recuerdo lo que dice mi profesor.”
Estos son comentarios que escuchamos mucho de estudiantes. Invitamos a quienes no disfrutan usar planificadores a que le den una oportunidad más. Escribir tus tareas todos los días puede ayudarte a no pasar por alto nada. También te puede ayudar a despejar esa lista de pendientes que llevas en la cabeza. Además, te da una pequeña dosis de dopamina cuando puedes tachar algo de tu lista de tareas.
Entonces, ¿cómo debes usar tu planificador?
Primero, piensa si funcionas mejor con planificadores digitales o físicos.
Si prefieres usar papel para tomar notas, un planificador físico podría ser la mejor opción para ti.
Para quienes prefieren el planificador físico: elige uno cuyo diseño te encante. ¿Te gusta que tenga espiral o prefieres que parezca un libro? ¿Prefieres una vista mensual, semanal o diaria? Una vez que tengas un planificador cuyo formato te guste, enamórate de la rutina de usarlo.
La constancia es la CLAVE para el éxito a largo plazo. Crea el hábito de escribir tus tareas tan pronto como tu profesor las mencione. Haz que el primer paso de tu rutina de tareas sea sacar tu planificador y anotar lo que tienes que hacer.
Para quienes prefieren lo digital: encuentra la plataforma digital que mejor funcione para ti. De nuevo, busca una aplicación o plataforma con un formato que te guste.
REGISTRA TODAS LAS FECHAS DE ENTREGA PRÓXIMAS
Muchos estudiantes con TDAH “viven en el presente” y tienen dificultad para visualizar el futuro. Eso puede llevarlos a dejar una tarea importante para el último momento. Recomendamos superar este obstáculo anotando las próximas entregas en tu calendario.
Al comienzo de un nuevo semestre, revisa cada programa de clase y anota en tu calendario los exámenes y fechas de entrega. Te recomendamos usar un color distinto para cada clase. Una semana antes de cada examen, escribe en tu planificador que debes empezar a estudiar.
También anota las fechas de entrega de ensayos y proyectos. Cuando se acerque la fecha y tengas claro qué implica el proyecto, divídelo en partes más pequeñas. Luego, planifica en tu calendario y planificador tiempo para realizar cada una de esas tareas.
Por ejemplo, si tienes un ensayo largo que debes entregar en un mes, divide el ensayo en tareas más pequeñas, como:
Elige tu tema
Crea un esquema
Decide los puntos principales de cada párrafo
Busca evidencia que respalde cada punto
Investiga
Escribe tu tesis
En las semanas previas a la fecha de entrega del proyecto, programa tiempo para realizar cada una de estas tareas más pequeñas. Así, la semana en que debas entregar el proyecto, no estarás corriendo a último momento.
ENCUENTRA LA TÉCNICA DE ESTUDIO QUE FUNCIONE PARA TI
¿Eres una persona que aprende mejor de forma visual o auditiva? Si aprendes visualmente, considera transformar tus apuntes en mapas mentales o esquemas. Si aprendes mejor de forma auditiva, busca un pódcast o un video en YouTube que explique los temas de una manera diferente.
En lugar de estudiar de forma pasiva (como leer tus apuntes una y otra vez), intenta estudiar de manera activa.
Algunas ideas para estudiar activamente son:
Finge que estás enseñando el tema a otra persona (¡o explícaselo a un amigo de verdad!)
Piensa en preguntas que podrías hacerte antes de leer un capítulo
Crea tarjetas de estudio, ya sea en papel o con una app
Estudia con un compañero y háganse preguntas mutuamente
Diseña un examen de práctica para ti
Reescribe tus apuntes con un formato diferente
MODIFICA TU ENTORNO
Tu entorno influye mucho en qué tan productivo eres. Estudiar en un lugar que te distrae puede limitar tu concentración. Identifica en qué lugar trabajas mejor, a qué hora rindes más y qué cosas suelen distraerte.
Algunas preguntas que puedes hacerte para entender mejor cuándo y dónde deberías estudiar son:
¿Dónde eres más productivo?
¿Es en la biblioteca, rodeado de otros estudiantes que también están estudiando?
¿O es en tu dormitorio, solo?
¿A qué hora del día estudias mejor: por la mañana antes de clases o tarde en la noche?
¿Cada cuánto necesitas tomar un descanso?
Cuando tomas un descanso, ¿en qué consiste y cómo logras volver a enfocarte?
¿Prefieres empezar con la tarea más fácil para entrar en ritmo?
¿O prefieres hacer primero la más difícil para quitártela de encima?
Conocer tu entorno de estudio ideal puede eliminar barreras a tu productividad.